La Insoportable Levedad de la Justicia
Alberto Híjar.
Leves los daños a Lidia Cacho antes, durante y después de las veinte horas de recorrido desde Cancún hasta Puebla para ser escarmentada por andar divulgando la pederastia de los poderosos empresarios Kamel Nacif y Jan Succar Kuri, grandes amigos y compañeros de francachelas del gobernador de Puebla. Usted sabe, una cosa va con la otra, los grandes negocios se pactan previos regalos a los funcionarios y nunca sobra una fiesta privada convocada con claves que consolidan los entendimientos. Por ejemplo, botellas de cognac fino puede equivaler a suculentas adolescentes o niñas para el gozo sexual de quienes no dudan en compartir placeres prohibidos con los que autorizan todo.
Moción de procedimiento, alegaron los magistrados que exculpan a Mario Plutarco Marín Torres. No valen los telefonemas interceptados donde se inmortalizó el mote de Gober precioso a cambio de darle escarmiento a la “vieja cabrona” a la que hay que dar “un pinche coscorrón”. Tampoco cuenta el testimonio de la periodista y las evidencias de pederastia sólo la salvaron de la acusación de calumniadora. Algunas víctimas infantiles y sus familias fueron intimidadas y sobornadas para desistirse y exculpar a involucrados como Emilio Gamboa Patrón, Fidel Herrera, Miguel Angel Yunes.
Todo es leve, pasa, no amerita proceso alguno. Las garantías individuales no fueron violadas, dictaminaron el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Sergio Valls, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela, Olga Sánchez Cordero y Margarita Luna Ramos. Lo contrario defendieron en vano el ponente Juan N. Silva Mesa, Genaro Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cosío. Figuras y figurillas, dice Julius Fusik en espera de su ejecución en el campo de exterminio de Pancrak en 1940: hay que tener presentes a los héroes, a los seres dignos y tampoco hay que olvidar a los miserables, a los infames, a los traidores.
Dos medidas están en juego. Esta protectora de ricos y poderosos y la que inculpa insurgentes que ya fue probada en Atenco y en Oaxaca. Nada sirvieron las evidencias habladas, escritas y filmadas de los violentísimos maltratos policíacos, las narraciones entrecruzadas del hacinamiento de cuerpos sangrantes, los excesos sexistas de los captores, las violaciones con macanas y palos y con el miembro adecuado, las muertes por balazo del jovencito Cortés y del universitario Alexis Benhumea, la cárcel que sufren la familia Selvas para el doctor y su hija Mariana y los otros presos. No hubo pruebas sino para considerar leves los daños que llegaron hasta el encadenamiento de los heridos hospitalizados. Fue tan leve el daño, que algunos policías sacrificados al azar con un principio de proceso, fueron liberados con una corta fianza pagada por el gobierno del petimetre Peña Nieto.
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Suprema Corte de Chatarra
Por Erick Amin Mejia Cervantes
Al ala conservadora de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) le importo un sorbete la voluntad popular y las abundantes evidencias con su negativa del recuento total de votos y validación de la fraudulenta elección presidencial de 2006, al negarse a castigar a los responsables de la represión contra manifestantes de Atenco; a todo ello se ha sumado el caso de Lidia Cacho , para despejarnos cualquier duda que esta nauseabunda institución es el máximo estandarte de la justicia selectiva. Para unos es prueba de la supuesta concertacesión para dejar en paz al miserable Marín a cambio del reconocimiento priísta de FeCal. Recordemos que el Gober prometió a Kamel Nacif usar su poder para reprimir a la periodista que denunció al presunto pederasta Succar Kuri y lo asocio a aquel en Los Demonios del Edén.
La ministra Luna Ramos enfatizó que el gobernador Marín no orquestó ningún agravio contra la periodista Cacho y pronunció su rollo demagógico sobre su presunta aplicación estricta de la ley. Mientras tanto Juan N. Silva Meza, Genaro Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cosío juzgaron que si había responsabilidad del Precioso ( La Jornada 30/11/07). Se señaló que: “La decisión de la SCJN fue una bofetada al periodismo”. Se confirma que “el máximo aparato institucional de impartición de justicia está controlado por una pandilla filopanista capaz de las peores aberraciones” ( Astillero, La Jornada 30/11/07). Desde poco antes ya se había descartado el apoyo de Marín a pederastas, sólo quedaba inculparlo de violaciones a los derechos humanos de Cacho Riveiro. Ahora, en el cenáculo de Ortiz Mayagoitia se argumentó que las grabaciones del Gober Precioso no tienen validez para inculparlo por ser ilegales, aunque fueran pruebas tangibles, se descartaron las investigaciones judiciales de otros ministros.
Hay que recordar que Marín desde el principio intento convencer cínicamente de que esas conversaciones eran falsas y que mientras hablaba en aquella tangible llamada (donde parecía que hablaban dos vulgares borrachitos) mencionaba la aplicación de la ley . Y , de la misma manera en que se reconocieron en la elección fraudulenta la intervención de Fox y del CCE aquí observaron algunas irregularidades en su detención “que no eran graves”. Muchos argumentos, mucha retórica, al final se impusieron los intereses del grupo conservador mayoritario, ahora tenemos una idea de lo que sucederá con el sátrapa Ulises Ruiz y la comisión investigadora de los presuntos ilícitos de Fox, ante una SCJ de chatarra.
Además de las vejaciones a Lidia Cacho y el apoyo al pederasta también se puso de relieve que el gobernador de Puebla tiene la facultad de mover las piezas del ajedrez a su antojo. Por suerte Cacho, arrojada luchadora anticorrupción, es una persona muy decidida que no conoce la palabra imposible y ha planteado llevar el caso a instancias internacionales.
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